Padres VIH+ con hijos sanos

13/10/2014

Actualmente hay más de 35 millones de personas al mundo infectada por VIH, y un 75% de éstas están en edad fértil. Con la aparición de los tratamientos con antirretrovirales su esperanza y calidad de vida ha aumentado de un modo muy significativo durante los últimos años y como consecuencia muchas de estas personas se plantean la posibilidad de tener descendencia. Evidentemente, aunque la carga viral disminuye gracias a estas nuevas terapias, la presencia de una sola partícula vírica o célula infectada supone un riesgo evidente contagio para su pareja y para la posible descendencia.

En los hombres, la presencia del VIH en el semen se reduce a las partículas libres VIH-1 presentes en el plasma seminal y en las otras células no reproductivas, como los linfocitos CD-4 (glóbulos blancos), pero no en los espermatozoides (no tienen receptores del virus). En los laboratorios de Reproducción Asistida especializados,  mediante la técnica de gradientes de densidad y distintos lavados, el plasma seminal dónde están las partículas víricas y las células potencialmente infecciosas se separan de los espermatozoides, que posteriormente serán los que se utilizarán para la inseminación artificial o la fecundación in vitro-ICSI.

Antes de su utilización, los espermatozoides son analizados mediante técnicas moleculares (para ADN y ARN) para comprobar la ausencia del virus.